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  • La estimulación temprana: sembrando desde los primeros años

    Una mirada desde la psicología y la maternidad

    Durante los primeros años de vida, los niños y niñas están en constante descubrimiento. Todo lo que ven, tocan, escuchan y sienten les deja una huella. Como madre y psicóloga, he podido observar muchas veces cómo un gesto tan simple como una mirada, una canción o un juego con cucharas puede convertirse en un gran motor de desarrollo. Y es que en esta etapa —desde el nacimiento hasta los cinco años— se forma la base de todo lo que viene después: el lenguaje, el pensamiento, la seguridad emocional, la forma en que se relacionan con los demás, e incluso cómo se ven a sí mismos.

    ¿Qué entendemos por estimulación temprana?

    La estimulación temprana no es adelantar aprendizajes escolares ni llenar de actividades estructuradas a los niños. Se trata de acompañar con amor y consciencia sus procesos naturales, ofreciéndoles experiencias que despierten sus sentidos, su curiosidad y su confianza. Es estar presentes, ofrecerles tiempo, contacto, afecto y oportunidades para explorar.

    Como decía María Montessori (1966), los niños tienen una “mente absorbente” que capta todo lo que ocurre a su alrededor, y por eso el entorno y la forma en que los adultos nos relacionamos con ellos es tan importante.

    ¿Por qué es tan clave esta etapa?

    El cerebro de un niño pequeño está en su punto más alto de plasticidad. Se crean millones de conexiones neuronales por segundo (Shonkoff & Phillips, 2000), y todo lo que vive en esta etapa ayuda a moldear su forma de aprender, de sentir y de responder al mundo. Es una oportunidad única que no vuelve.

    La estimulación temprana:
    • Favorece el lenguaje, el desarrollo motor, la coordinación y la atención.
    • Ayuda a que los niños se sientan seguros, amados y capaces.
    • Previene dificultades en el desarrollo o permite detectarlas a tiempo.
    • Fortalece el vínculo con las figuras significativas (mamá, papá, cuidadores).

    Ana María Patiño (2013), psicóloga especializada en desarrollo infantil, señala que cuando un niño recibe estimulación adecuada, acompañada de afecto y respeto por sus tiempos, se fortalece su autoestima, su autonomía y su capacidad para adaptarse a distintos entornos.

    ¿Y cómo lo hacemos en la vida diaria?

    No se trata de tener muchos juguetes ni de saber técnicas complejas. La estimulación temprana está en lo cotidiano. A veces, las acciones más simples son las más potentes:
    • Hablarle al bebé desde que está en la guatita, contarle lo que hacemos, ponerle música, acariciar la pancita.
    • Mirarlo a los ojos cuando nos busca, sonreírle, repetir sus sonidos, responder a sus gestos.
    • Jugar en el suelo, dejar que explore libremente, sin tanto “no” y sin sobreprotegerlo de cada intento.
    • Ofrecer distintos materiales: telas, cajas, cucharas, elementos naturales… no todo debe ser de juguetería.
    • Leer cuentos, cantar canciones, hacer cosquillas, inventar historias con sus muñecos.
    • Dejar que intente solo, aunque se demore en ponerse los zapatos o en tomar la cuchara.

    La clave está en estar presentes emocionalmente, en conectar desde el cariño y observar lo que el niño o niña necesita para crecer a su ritmo, no al nuestro.

    En resumen

    La estimulación temprana no es una carrera por aprender más rápido, sino un acompañamiento respetuoso en los primeros pasos de la vida. Cada momento de juego, cada canción, cada abrazo tiene un valor incalculable. Como madres, padres y cuidadores, no necesitamos ser expertos: necesitamos estar ahí, mirar, escuchar, sostener y confiar en el potencial de nuestros niños.

    Desde mi experiencia como madre y profesional, puedo decir que no hay nada más poderoso que un adulto disponible emocionalmente, que entiende que en lo pequeño —en lo cotidiano— se construyen los cimientos más importantes del desarrollo.

    Ps. Paulina Paredes Vidal.

    Referencias

    Montessori, M. (1966). The Secret of Childhood. Ballantine Books.

    Patiño, A. M. (2013). Estimulación temprana: Teoría y práctica en el desarrollo infantil. Editorial Manual Moderno.

    Shonkoff, J. P., & Phillips, D. A. (2000). From Neurons to Neighborhoods: The Science of Early Childhood Development. National Academy Press.

  • El juego en la infancia: mucho más que diversión, una mirada desde la psicología para madre, padres y cuidadores.

    Cuando pensamos en la infancia, es común imaginar a niños y niñas jugando. Pero el juego no es solo un pasatiempo: es una herramienta fundamental para el desarrollo integral. Desde la psicología, se reconoce que el juego estimula áreas cognitivas, emocionales, sociales y motoras, y constituye una necesidad tan básica como alimentarse o descansar.

    ¿Qué sucede cuando los niños y niñas juegan?

    Jugar es una forma de aprender, expresarse y crecer. A través del juego, los niños:
    • Desarrollan su pensamiento: mejoran su atención, memoria y resolución de problemas.
    • Aprenden a relacionarse con otros: practican turnos, negocian y resuelven conflictos.
    • Expresan sus emociones: canalizan miedos, alegrías y frustraciones de manera simbólica.
    • Exploran su cuerpo y el entorno: desarrollan habilidades motoras y sensoriales.

    El juego desde la mirada de la psicología

    El psicólogo suizo Jean Piaget (1951) sostenía que el juego permite a los niños asimilar la realidad y construir su pensamiento. Para él, existen distintos tipos de juego que se corresponden con etapas del desarrollo: el juego sensoriomotor (en los primeros años), el juego simbólico (imaginación y roles) y el juego de reglas (en la edad escolar).

    Por su parte, Lev Vygotsky (1978) destacó el rol del juego simbólico como el escenario ideal para desarrollar funciones mentales superiores, como el lenguaje, la autorregulación emocional y la planificación. Según este autor, “en el juego, un niño se comporta por encima de su edad promedio”, demostrando avances que aún no logra en otros contextos.

    Más recientemente, el psicólogo David Elkind (2007) ha advertido que el juego libre está siendo reemplazado por actividades estructuradas y un exceso de tecnología. Elkind sostiene que esto puede perjudicar la salud emocional de los niños, quienes necesitan tiempo para imaginar, moverse, aburrirse y crear desde su mundo interior.

    Como madre y psicóloga, he podido observar cómo el juego no solo fortalece habilidades cognitivas y emocionales, sino que también es una vía de comunicación poderosa entre adultos y niños. En muchas ocasiones, cuando un niño no puede expresar con palabras lo que siente, lo hace a través del juego: un peluche que está triste, una muñeca que grita, una torre que se cae… todo habla de su mundo interno. He visto cómo los niños pueden sanar, entender y resolver conflictos personales jugando, cuando se les da el tiempo, el espacio y la validación para hacerlo.

    También he notado que cuando los adultos nos tomamos el tiempo para jugar con ellos, sin apuros ni juicios, se fortalece el vínculo afectivo y se genera una sensación de seguridad emocional que impacta positivamente en su autoestima. A veces, unos minutos de juego compartido tienen más valor que muchas palabras.

    ¿Qué pueden hacer madres, padres y cuidadores?

    Desde el hogar, se puede fomentar el juego de múltiples maneras:
    • Respetar el juego como una necesidad: no usarlo solo como recompensa o permitirlo solo cuando “queda tiempo”.
    • Favorecer el juego libre: sin instrucciones rígidas, dejando que el niño cree sus propias reglas.
    • Acompañar sin controlar: estar presentes, seguir su ritmo y dar valor a lo que expresa a través del juego.
    • Ofrecer materiales simples: cajas, telas, elementos naturales o de reciclaje son más estimulantes que juguetes costosos.
    • Crear rutinas donde el juego tenga un espacio diario, incluso en días escolares.

    En resumen

    El juego no es un lujo ni una pérdida de tiempo: es la base sobre la cual los niños construyen su aprendizaje, identidad y bienestar emocional. Acompañar este proceso con respeto, tiempo y cariño es una de las mejores formas de cuidar su salud mental y emocional desde la primera infancia.

    Ps. Paulina Paredes Vidal.

    Referencias

    Elkind, D. (2007). The Power of Play: Learning What Comes Naturally. Da Capo Lifelong Books.

    Piaget, J. (1951). The Psychology of Intelligence. Routledge & Kegan Paul.

    Vygotsky, L. S. (1978). Mind in Society: The Development of Higher Psychological Processes. Harvard University Press.

  • Autocuidado desde pequeños: enseñar a protegerse también es amar

    Prevención del abuso sexual infantil (ASI)

    Como madre y psicóloga, he comprendido que uno de los mayores regalos que podemos ofrecer a nuestros niños y niñas es el conocimiento de su cuerpo, el derecho a protegerlo y la confianza para denunciar si algo les incomoda. Hablar sobre autocuidado desde temprana edad no se trata de alarmarlos, sino de empoderarlos para que comprendan su valor, respeten sus límites y sepan pedir ayuda cuando la necesiten.

    ¿Por qué es urgente enseñar autocuidado hoy?

    Lamentablemente, los datos en Chile nos muestran una realidad alarmante: en 2024, más de 39 mil niños, niñas y adolescentes fueron víctimas de violencia sexual, siendo el 71 % de todas las denuncias por delitos sexuales. Además, entre 2022 y 2023 se registraron más de 2.100 casos de explotación sexual infantil, en su mayoría niñas entre 14 y 17 años. Lo más preocupante es que en la mayoría de los casos el agresor es alguien del entorno cercano, incluso viviendo en el mismo hogar.

    🔍 ¿Qué es el autocuidado y cómo prevenir el ASI desde casa?

    El autocuidado infantil implica enseñar a los niños a reconocer su cuerpo, respetar sus emociones y ejercer control sobre su propio espacio físico. Esto sirve de herramienta efectiva para prevenir el ASI y construir autoestima.

    ¿Cómo hacerlo en la vida diaria?

    1. Nombrar las partes del cuerpo con sus nombres reales: pene, vulva, etc., para que puedan expresar lo que les pasa con precisión.
    2. Explicar qué partes del cuerpo son privadas: usen analogías simples, como el traje de baño, y refuercen que nadie debe tocarlas sin su permiso.
    3. Decirles que su cuerpo es suyo: frases como “tú decides” o “puedes decir NO aunque sea un adulto” empoderan y generan seguridad.
    4. Hablar sobre secretos buenos y malos: las sorpresas están bien, pero si un secreto les hace sentir mal o los obliga a callar, deben compartirlo.
    5. Garantizarles que pueden confiar en nosotros siempre: sin reprender ni juzgar. Eso construye un canal de comunicación segura.
    6. Modelar respeto en el trato diario: no obligarlos a besar o abrazar si no quieren. Respetar su espacio refuerza sus límites internos. Como madre y profesional, he visto cómo esto empodera desde muy pequeños. Al validar sus emociones y acciones cotidianas, creamos un entorno en el que tienen voz y protección.

    Enseñar autocuidado desde la infancia no es generar miedo, es ofrecer herramientas de protección y amor propio. Las cifras en Chile muestran que el abuso sexual infantil no es un fenómeno lejano: afecta a 1 de cada 4 niñas y muchos casos ocurren en entornos cercanos y silenciados.

    Es clave que los niños sepan que su cuerpo es suyo, que decir “no” importa y que siempre pueden acudir a un adulto de confianza. Como psicóloga y madre, creo firmemente que una crianza consciente, afectiva y con presencia puede marcar la diferencia. La prevención es posible: comienza en casa, con palabras claras, límites respetados y un vínculo fuerte basado en confianza.

    Ps. Paulina Paredes Vidal.

    Referencias:

    Defensoría de la Niñez. (2024). Informe sobre violencia sexual y explotación infantil en Chile 2022–2024. https://www.defensorianinez.cl/mas-de-2-mil-ninas-ninos-y-adolescentes-han-sido-victimas-de-explotacion-sexual-en-chile-entre-los-anos-2022-y-2023/

    La Tercera. (2024). Abuso sexual infantil: la herida que no se cierra. https://www.latercera.com/paula/noticia/abuso-sexual-infantil-la-herida-que-no-se-cierra/

    Observatorio Niñez Colunga & Centro Justicia y Sociedad UC. (2025). Violencia contra la niñez: Panorama de los últimos años. https://www.emol.com/noticias/Nacional/2025/04/24/1164449/informe-violencia-ninez-levanta-alarmas.html